Parafraseando a George Best, “He gastado infinito dinero en fiestas, juerga y coches. El resto lo he malgastado”. Si a esto le añadimos ropas de todo tipo, libros y artefactos musicales de mejor o peor pelaje, creo que se puede describir mucho de lo que ha sido mi vida.
Para poder pagarme tan sanos vicios, como todo el mundo, he tenido que estudiar y pelear duro. Y he tenido la suerte de conocer y trabajar con personas de muchos países, que son los que me han enseñado todo lo que ahora sé. Desde muy joven comprendí que el medio, y el vestir, que y como, forma parte de ese medio, es el mensaje. Una persona es una persona por sí misma y se reafirma y se identifica ante los demás por los mensajes que emite. Por lo que elige llevar puesto en ese momento concreto. Sea por ser de una tribu urbana, sea para su pareja o sea, esto peor, para el trabajo.
Y esta pasión por la ropa es algo que me viene de familia. Mis padres tenían unas tiendas de ropa. Y desde muy pequeño he conocido el mundo de elegir una colección, unas prendas, unas ofertas y proporcionárselas a los clientes. Ayudando a que fueran un poco más felices. Ahora, después de bastantes años, vamos unir la sabiduría de George Best con la historia de mi familia.